martes, 15 de mayo de 2007

..:: ¿¿PoR Que Te DeCaNTaS...LCD o PLaSMa?? ::..





Ahora que se acerca el fin de la era analogica, somos muchos los que ya hemos cambiado nuestro viejo televisor por otro más grande, más bonito, con una mayor calidad de imagen, preparado para la alta definición y con un decodificador de TDT integrado que nos permitirá ver los canales que ofrece la tan manida televisión digital terrestre.

Una vez decidido el cambio, la pregunta es qué elegir: un televisor de plasma o un LCD. Para seros sinceros, y por más que los fabricantes nos bombardean continuamente con anuncios en los que muestran las supuestas ventajas que ofrecen ambas tecnologías, estoy convencido que la mayoría no tenemos nada claro las características de cada una de ellas, así que me he puesto manos a la obra y he elaborado una pequeña guía práctica en la que he resumido las diferencias básicas entre un sistema y el otro. Espero que os sea de utilidad:

Para empezar, conviene resaltar que en las pantallas de plasma la luz se crea a partir de la excitación de un depósito fosforescente que se encuentra presente en todos y cada uno de los millones de píxeles individuales que conforman la imagen. Por su parte, las pantallas LCD están formadas por miles de pequeños cristales líquidos que dejan pasar la luz o la bloquean en función de la carga eléctrica que se les haya aplicado.

Tradicionalmente, la tecnología de plasma permitía fabricar televisores de mayor tamaño que los LCD, pero compañías como LG han empezado a comercializar modelos de hasta 76'', el mismo tamaño que posee la pantalla de plasma más grande del mercado. Aún así, y a pesar de este paso adelante, en la mayor parte de los casos el plasma sigue ofreciendo mayor calidad de imagen en los televisores de más de 50''.

En cambio, en los LCD se pueden utilizar resoluciones de pantalla muy elevadas independientemente del tamaño de la pantalla, lo que las convierte en ideales para la alta definición. Por contra, el plasma sólo es capaz de mostrar imágenes en HD en los modelos de más de 50'', una circunstancia que han aprovechado los fabricantes de LCD para arrebatarles cuota de mercado a marchas forzadas en los últimos tiempos.

Para contrarrestar sus menores prestaciones en este campo, los televisores de plasma de menos de 42'' son algo más baratos, pero los analistas pronostican que esta ventaja competitiva tiene los días contados, puesto que la bajada continuada en los precios de los LCD provocará que a mediados del año que viene la cantidad a desembolsar para hacerse con una u otra tecnología sea muy similar.

Otro de los puntos fuertes de los televisores LCD reside en que consumen entre un 20% y un 30% menos que los de plasma. En números, esto se traduce en que los primeros se conforman con un gasto de 100 a 120 W mientras que los segundos necesitan de una potencia que nunca baja de los 120 W y que en ocasiones puede dispararse hasta los 160 W.

Las pantallas de plasma son capaces de ofrecer un ratio de contraste de hasta 1000 : 1, mientras que los LCD se conforman con la mitad. En cambio, estos últimos superan a los primeros en el brillo con el que pueden dotar a la imagen. Por otra parte, ambas tecnologías disponen de un ángulo de visión máximo de hasta 170º y cuentan con un periodo de refresco de imagen inferior a los 20 ms.

El periodo de vida útil de los LCD es de 50.000 horas aproximadamente, lo que equivaldría a tener el televisor encendido 5 horas al día durante los próximos 27 años. En el caso del plasma, la calidad de la imagen empieza a mostrar señales de fatiga a partir de las 25.000 horas.

Un último punto que me gustaría resaltar es que una buena parte de los televisores de plasma sufren el llamado 'efecto quemado', que se produce al mostrar una imagen fija durante mucho tiempo, lo que provoca que ésta se quede marcada en la pantalla.

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